Vamos a cumplir un año de pandemia. Y no ha acabado todavía.

Hay mucha especulación al respecto, y más con el tema de las vacunas. ¡Qué decir! Saquemos el beneficio a este periodo y enfoquemos el futuro con apertura y sabiduría adquirida.

El primer periodo de encierro total fue una experiencia nueva para todos, el mundo entero estaba parado y cerrado. Nadie sabía lo que se venía y menos lo que iba a durar.

Dentro de la experiencia, para algunos tristísima por las pérdidas de seres queridos, para otros fue un gran periodo de introspección y revelación de sus valores y prioridades. Es cierto que las crisis y aislamientos desarrollan la creatividad e innovación. En este periodo muchas empresas cayeron y otras se crearon. Muchos aprendieron a trabajar on line y otros se abrieron a cambiar sus hábitos y acercarse a realidades y oportunidades completamente nuevas.

Por un lado, si lo vemos positivamente, hubo una limpieza y renovación. Por otro, los ideales, sueños y proyectos tomaron otro rumbo por completo.

La vida de la gran mayoría, sea por el motivo o circunstancia que fuera, cambió radicalmente. Sin la pandemia, hubiera sido imposible que en tan poco tiempo el mundo cambiase tan rápido los hábitos de la gente. El mundo estaba bajo un caos de metamorfosis.

Ahora que vivimos ya sin el miedo inicial, saliendo y viajando, aunque con mascarilla y viendo que la gente se reúne o se mete en grandes manifestaciones, nos queda un aprendizaje detrás.

Hemos visto que algunas cosas son mentira, otras no funcionan, que unos se salvan y otros mueren y que el mundo sigue renovándose. La pregunta es ¿tengo miedo de morir ahora?

El valor de la vida

Hemos visto la muerte cerca y desde el sufrimiento. ¿Quién verdaderamente está preparado para morirse ahora en medio de un hospital o en casa solo? Esta pregunta nos ha rondado a todos estos meses.

No vivimos para pensar en la muerte, pero la muerte es lo que define la intensidad de cómo vivir la vida. No sabes el día en que completas tu misión, por eso, como decía Hamlet, lo importante es estar preparados.

También podemos entender la «muerte simbólica» de este periodo. Muchas personas han dejado y enterrado una vida para empezar otra completamente nueva. No es un fracaso, es potenciar una parte de nosotros que existe y se presenta una oportunidad para experimentar esa especialidad del alma en la misma encarnación. Normalmente estos procesos se cierran en grandes y profundas depresiones, ganas de morir, caos y sentimientos de frustración y fracaso en situaciones extremas.

Como Jodoroswki hace con su psicomagia, a veces lo mejor es representar la muerte para cerrar ciclos, situaciones, traumas o creencias que nos condicionan. Yo misma, en una ocasión para cerrar con un ciclo importante de mi vida donde quedaron proyectos y sueños por realizar, quemé todo como si fuera la incineración de esa MªElena que ya no existía. Me liberé de un peso y esperanzas que no tenían más sentido. Mi vida empezó a fluir desde otra perspectiva y encontré una inmensa felicidad.

La única manera de vivir el presente es sabiendo disfrutar cada instante de la vida y los que están a nuestro alrededor estando satisfecho de cómo vives:

-Tomarse la vida menos en serio, por ejemplo. El trabajo no es la prioridad, sino un medio y una herramienta de desarrollo personal y sustento económico. Para muchos este aspecto habrá cambiado radicalmente.
– Dedicarse a lo que realmente te apasiona, muchos habrán descubierto nuevo potencial e intereses, y habrán cambiado de trabajo y abierto su empresa. También muchos han cambiado la forma en cómo viven y su percepción del trabajo.
– Desarrollar tu trabajo y relaciones más profundamente y cambiar lo que no tenía sentido.
– Pasar más tiempo en familia y disfrutar de viajar juntos. Etc, etc, etc

La vida es un constante descubrir lo apasionante que es experimentarla viviendo en el presente, indagando y desarrollando el propio potencial, dando y recibiendo amor con los demás. La vida te ofrece millones de oportunidades para expandirte y crecer, cambiar y seguir buscando variaciones de lo que quieres experimentar.

Lo que en esta fase de la pandemia tenemos, son los valores y prioridades que hemos visto que son insustituibles en nuestra felicidad y razón de vivir. Ahora estamos en ese momento en que estamos «ensayando» la vida que va a ser con nuestros cambios ya integrados. Es el momento de sacar punta a lo que tenemos entre manos y es el momento de cambiar lo que aún no nos agrada o funciona.

Esta gran oportunidad de vida llamada pandemia, ha sido un cambio de rumbo para recapacitar y ser el cambio que queremos para el mundo, como decía Gandhi.

Obsérvate. ¿Qué más hay para cambiar o investigar sobre ti? ¿qué otras experiencias quieres seguir viviendo y cuánto más estás dispuesto a expandirte y prepararte para el mundo que vas a cambiar?

Es el momento. De esta salimos todos renovados y en nuestra mejor versión. Tomarse el espacio y tiempo de sanarse también es fundamental para estos cambios.

Sanar= tomar consciencia de uno mismo. Desde el caos de la metamorfosis, tómate el tiempo para salir de tu capullito para volar libremente, empoderado, fuerte y con las ideas bien claras en tu propósito de ser feliz.

Feliz metamorfosis.

Si quieres profundizar en una lectura interesante, descárgate este pdf, y si quieres ver una película para recapacitar, también os dejo un regalito!

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