Terapeuta, cúrate a ti mismo: de esta manera curarás a tu paciente también. Permite que tu mayor apoyo para sanar sea ver con tus propios ojos a aquél que se cura a sí mismo. (Zarathustra)
Si, ser terapeuta es un trabajo muy difícil. Y no lo dice Osho solamente…
Yo lo defino así: Terapeuta: El arte-sano que se entrega a los demás.
Llevo años trabajando como terapeuta, y todos son para prepararse a recibir más profundidad sobre el conocimiento de uno mismo con el reflejo y confirmación del punto de vista de tu paciente.
Para mi es un trabajo de entrega del 100% de mi tiempo. Soy investigadora pero no me suelo creer todo lo que circula por ahí y tampoco lo que me enseñan. Gracias a esas dudas he llegado a estudiar muchos métodos de sanación, llegar a profundizarlos, enseñarlos, he conocido muchos maestros y muchas personas interesantes en este camino.
En los últimos años he estado trabajando con un método maravilloso, Procesos Evolutivos®, que es todo lo aprendido en estos años pasados para facilitar soluciones y resultados desde la consciencia del conocimiento del Ser. Y es lo que más funciona hasta ahora de lo que he hecho en la vida.
Para llegar aquí, paso mi tiempo entregada a estudiar, investigar, poner en práctica… es un trabajo maravilloso, agotador, iluminado, poco agradecido cuando es desconocido, y muy agradecido cuando ves resultados y los pacientes felices.
Aquí y ahora, quiero agradecer a mis maestros, a mis compañeros de aventura en los experimentos, a los pacientes que han creído en mí y me han seguido, a los que dudaron y se fueron para no volver porque ahí pude investigar más sobre qué corregir y también que la energía filtra personas para tu bien mayor….
Para ser un buen terapeuta, es imprescindible sanarse a uno mismo, TODOS LOS DÍAS. Investigarse, ponerse a la prueba, aceptar críticas, progresar, caer, estancarse y volver a levantarse con nuevas ideas e información, transitar un camino de purificación, de limpieza y soluciones.
Cada paciente es un mundo en el que te reconoces y una solución más para la humanidad. Nadie tiene la verdad en sus manos, porque si la tuviéramos, este camino de autoconcimiento no sería necesario. Sin embargo, es maravilloso experimentar la vida para conocerse y potenciar esas características que nos hacen únicos y sentir que eres parte de un plan Divino, aunque haya experiencias muy duras.
Tomo este momento para recapacitar y llegar a la conclusión de que para ayudar a alguien necesitas mucho AMOR. Amor para escucharle, amor para buscar la mejor solución, amor para entregarle tu tiempo, amor para acompañarle en los momentos más difíciles, amor para estar ahí cada vez que toma caminos distintos y cae, amor para hacerle reír y ver la luz, amor, amor y más amor.
Ese amor, viene del Creador, porque uno mismo en su camino, se abrió a recordar que somos ese amor en tránsito de experiencias de vida.
Las terapias son regalos que uno se hace para entrar en ese camino de autoconocimiento, evolucionar y comprender su alma.