En el fruto de la granada reside la semilla del buen juicio, la ética.
En el jugo del fruto bebes la frecuencia de la conciliación.
Es un fruto que simboliza la hermandad y la pureza del convivir en paz.
Siembra granadas en cada jardín.

En el fruto de la mandarina reside la amabilidad.
Su perfume y jugo hidratan y alimentan la estabilidad y percepción de la Verdad.
Siembra Verdad y alimentarás al mundo de luz y compasión.

En el fruto de la uva reside la gratitud de la vida y ser vida.
Bebe en sus distintas formas la gratitud de existir para experimentar la vida.
Su fruto simboliza la Verdad dimensional como todo UNO,
la simultaneidad y la sincronicidad.
Toma vino en la cantidad correcta para acceder a la dimensionalidad universal.
En exceso, la toxicidad aumenta el acceso a dimensiones inferiores.

En el fruto de la sandía reside el orden.
En su jugo bebes el tiempo correcto de Dios y tu ritmo Divino.
Tus células se ordenan en un baile sagrado para percibir
la Verdad de tu existencia desde el punto de vista más neutral y amoroso.
Su vibración limpia y oxigena tu cuerpo para devolverlo a la prosperidad.

En el fruto del tomate reside la juventud del alma.
Bebiendo su jugo todos los canales de vitalidad se abren.
Su química con el cuerpo enlaza a túneles sagrados dormidos
que activan memorias de longevidad de salud perfecta.
Fruto sagrado revitalizador, espejo de la energía del alma.

En el fruto del rábano reside el perdón.
Su jugo te abre a reconocer y vibrar en la compasión.
Irradia en tus células docilidad y comprensión.
Su luz te limpia de karma.

En la planta del tomillo crece la luz de la visión interior.

En la planta del romero crece la luz inspiradora de la imaginación del Creador.

En la planta de la manzanilla crece la energía vital regeneradora celular de un cuerpo en salud.

Estos son algunos de los secretos que residen en plantas que crecen en cada huerto del mundo.
La sabiduría de la Tierra en su inmensa diversidad vibracional ofrece y comparte su energía para alimentar al Ser humano. La Tierra en sus frutos se convierte en Latido Divino para potenciar tu Ser de energía mágica.

Sé consciente de los alimentos que ingieres en este tiempo de transformación.
Sólo la Tierra posee los nuevos códigos de energía vital para alimentar tu cuerpo y mantenerlo abierto a reconocer la Verdad de tu alma.

Toma las semillas y siembra vida.
Bebe la luz del Sol, irradia la vibración del Amor.

En mi huerto!

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