¿Cómo se siente la dulzura?

-¿Te acuerdas del abrazo de tu madre o de tu abuela cuando estabas a punto de dormirte entre sus brazos? ¿Te acuerdas de sus caricias y besos? Ese sentimiento es sólo un pequeño saborear de la dulzura. Pero tú eres la dulzura cuando descubres que alguien te ama en silencio. Tú eres dulzura cuando sientes que otro ha descubierto la parte más pura y vulnerable de ti.

En esta cultura donde vivimos, ponemos muchas corazas para «ser importantes», serios, adultos, intelectuales… no nos dejamos ver en transparencia.

-Por eso se inventó la poesía, el canto que te susurra al oído, el cariño en la intimidad. La dulzura es tan delicada y sutil que necesita de silencio, paz, admiración al otro y mucha serenidad. Para saborear la dulzura necesitas parar el tiempo. Las personas tienen miedo a la intimidad, pero no se resisten a la caricia, la mirada pura y la sonrisa suave y llena de dulzura. La sociedad está hecha para generar barreras, ruido, aislamiento, corazas. La soledad es un espacio que te abre a conocerte y estar en armonía contigo o justo lo opuesto, a llenarte de oscuridad, miedo y desconexión de tu corazón.

¿Y si fuéramos más dulces los unos con los otros?

-Volveríamos a un mundo sin prisas y sin tiempo, de respeto y consideración por el otro, lleno de reconocimiento, altruismo, silencio y en conexión con el canto de la naturaleza. Todos estarían en su pleno equilibrio y paz interior, no habría agresividad, miedo, robos, maltrato, guerras, abuso, envidia, conflictos. Y viviríais en salud, armonía, en paz, celebrando los 600 años de longevidad.

¿La dulzura da salud?

-La dulzura rejuvenece! Es la energía que más activa los químicos del cuerpo para mantenerse en perfecta salud y juventud. La dulzura reside en todo el cuerpo, se mueve a través de la sangre, de las conexiones nerviosas, establece el equilibrio en todos los minerales y huesos. Es estabilidad, estructura, adaptabilidad, antena con el más allá. Es la hormona del crecimiento y juventud.

¿Hay niveles de dulzura?

-Por supuesto, como edades y metros de altitud. La dulzura es amor, la versión más simple y pura del amor. Pero yo lo llamaría más que niveles, intensidades de dulzura. Como los colores. La dulzura es un sonido muy preciso, una frecuencia que derrumba las corazas más densas y profundas. Se parece al ronroneo del gato o al sonido del recién nacido mamando la leche de su madre. La dulzura es del color de la miel oscura. La dulzura es un estado de conciencia que abre portales del tiempo y espacio. La dulzura se transforma en gratitud y gracia, en gozo sublime y liberación.

¿Libertad más bien?

-Liberación, porque en la dulzura no hay apegos, sólo amor. No hay vanidad, sólo humildad. No hay miedos, sólo unidad y conocimiento del Uno. La dulzura te lleva a comprender que en el otro hay un camino en estado de evolución tejiendo su propio panal de miel. En el silencio y gozo de la dulzura sientes el latido de la vida, de la existencia, del Universo, de la Infinitud. Sientes cómo tu conciencia rompe barreras y creencias. Liberación de todo aquello que te atrapa y no te deja gozar de tu existencia, de ser presencia encarnada pura.

¿Por qué dejamos de ser dulces, podemos volver a ser genuinamente dulces?

-Si. Perdonando, conciliándonos con el pasado y aquellos con quien nos hemos amargado y alejado. Todos los caminos se juntan y se alejan, por resonancia y evolución, son las constantes del alma. Las vidas se entrelazan y se alejan. Pero nunca se corta el hilo que nos une a todos. A veces hay que salir del panal a buscar polen y por esa razón, ayudar a polinizar flores para que den fruto. En la vida es igual, antes o después salimos a buscar un polen más adecuado para la miel que estamos fabricando en nuestro panal interior. Otras veces, salimos para no volver y crear un panal en un lugar que nos dé un polen diferente para crear una miel diferente. La dulzura es una energía de amor que construye las relaciones, las familias, las estructuras más fuertes de la humanidad. Cuanta más dulzura recibes, más fuerte te haces. Cuanto más das dulzura, más sabes crear lazos fuertes de amor y más puedes cambiarle la vida a una persona… o animal. Volver a ser dulces es volver a ser transparentes, honestos consigo mismo, degustar tu tiempo de vivir, de estar, de sentir. Introspección, paz y mucha atención de Ser sencillamente, lo que eres sin corazas ni «adornos» mentales creados por el ego, el miedo, la frustración.

Mucha gente no tiene afinidad con eso de dar amor a los animales…

-Esas personas no recibieron un amor sincero, sino un vacío en su corazón. Recibieron un amor creado por la mente, un amor intelectual, un amor hecho de expectativas, adornos culturales que no vibran en la verdad del corazón. Un animal representa el amor más puro, fuerte y leal que existe en el Universo. Una persona que no ama a los animales, termina amargada, sola, llena de complejos, ansiosa, no sabe estar sin pedir, pedir y pedir atención. ¿Has visto algún animal gritar o pelear por amor?

No. Ni matar en nombre del amor.

-Los animales piden amor cuando se acostumbran a que das amor, pero te devuelven siete veces más. Los animales con amor son paz, alegría, ingenuidad, un reflejo de la mayor felicidad que existe. Los animales son maltratados por personas sin un corazón con amor por otro. Es un estado del ser humano confundido, porque TODO ser humano está hecho de AMOR DIVINO, como los animales y plantas. Un ser humano que no ama y respeta a los animales, tiene complejo de superioridad, así le enseñaron. Pero en la vida basta abrirse a la contemplación para entender que somos seres hechos de amor, damos y recibimos amor.

Es gozoso recibir dulzura, y especialmente hermoso de un animal.

-La dulzura es consciencia. Recibir amor es recibir un soplido del Creador que alimenta el alma. Recibir un beso, un abrazo, una caricia, una mirada, un pensamiento, una acción llena de dulzura, es volver a sentir al Creador que te abraza y te llena de atención. Recibir dulzura de un animal es recibir una respuesta del Universo clara y concisa en tu vida, como si fuera una revelación. La próxima vez, escucha tus gatos, perros, caballos, etc, cuando te den esa dulzura, es como susurrarte una revelación. La dulzura repara todo, llena el corazón, el alma, el espíritu. La dulzura sana, la dulzura te hace sabia, la dulzura aquieta la mente, la dulzura te enseña a contemplar, sentir, gozar, vivir, percibir desde el estado más puro de la existencia. Una voz dulce, te cuenta tu historia. En una voz dulce, se abre tu corazón para surgir en plenitud. En una voz dulce, encuentras al otro listo para escuchar y abrirse a ti.

Y ahora, ¿podemos recibir dulzura pura? ¿Una nueva dimensión definición, punto de vista y comprensión de esta frecuencia directa del Creador?

-Si. Ahora abre tu corazón, tus sentidos a escuchar tu latido, tu energía.  Lee con dulzura:

YO SOY EMANACIÓN DIVINA, PROFUNDA, GOZOSA Y CLARA DE LA DULZURA.

YO SOY LA MIEL CREADA DEL UNIVERSO PARA ALIMENTAR MI EXISTENCIA.

YO SOY LA DULZURA, PURA, LIMPIA, INGENUA.

YO SOY EL DULCE CAMINO DE LA PRESENCIA DE MI ESPÍRITU EN ESTE CUERPO.

YO SOY PAZ, AMOR, DULZURA, REGOCIJO.

ME LLENO DEL NÉCTAR MÁS PURO CREADO EN EL UNIVERSO PARA EMANAR DULZURA CADA SEGUNDO DE MI VIDA.

HECHO ESTÁ, HECHO ESTÁ, HECHO ESTÁ. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

-Respira, siente como se abre tu corona y desciende un calor energético por todo tu ser. Cualquier coraza que ya no quieras más en tu vida que interrumpa el camino de tu versión más pura y dulce, se va a derretir y disolver para dejar que brilles en plenitud.

Gracias Merlín.

-Gracias. Alquimia y transformación del alma completada.

 

Puedes leer otro artículo sobre mi experiencia con la planta medicinal de San Pedro, donde escribo acerca de la dulzura, medicina del alma.

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